viernes, 7 de noviembre de 2008

Sabias que...

El tràfico de animales mieve millones de dolares en el mundo!!



¿Quién vende animales, quién los compra, para qué, existe un verdadero mercado local e internacional?

Existe una red de tráfico de fauna silvestre de alcance internacional. Los países con salida por puertos son los más involucrados. La cuenca del plata (los puertos de Montevideo y Buenos Aires) es una de las regiones donde sale gran parte de dicho tráfico.
En el pantanal matogrossense se matan entre un millón y dos millones de yacarés por año. Esos yacarés, durante muchos años eran contrabandeados libremente desde Paraguay y de allí, en pequeñas embarcaciones, llegaban a Montevideo y Buenos Aires.
Hasta principios de la década de 1980, se utilizaban los depósitos que tenía Paraguay en nuestro puerto para almacenar libremente grandes cantidades de pieles de animales salvajes. Desde estos puertos eran enviados a los mercados asiáticos, fundamentalmente Japón.


En diciembre de 1992 se llegaron a confiscar en Montevideo 86 mil pieles de yacaré que venían desde Colombia, pasando por Aruba, de ahí a Curaçao y de Curaçao a Montevideo. Se trató de la mayor cantidad de fauna silvestre confiscada en Montevideo y cuyo destino era el mercado asiático. En el 2007 la situación no ha cambiado. La falta de recursos (humanos y económicos) es la repetida excusa de la mayoría de los gobiernos.










¿Cómo trabajan estas redes de tráfico? ¿Tienen asalariados a su cargo o simplemente compran animales y pieles para revenderlas?


Los mecanismos operativos van cambiando. Sin duda se trata de una sobreexplotación de los recursos naturales, además de mano de obra, que la mayoría de las veces locales. Se les paga miserablemente a los cazadores.


Muchas veces la policía paraguaya detuvo en la frontera con Brasil a indígenas que vendían a los intermediarios pieles de yacaré a 1 dólar, cuando en el mercado se venden a más de 50. A veces, ni siquiera se paga ese dólar en efectivo sino que se paga su equivalente en alcohol o víveres.
Declaraciones del Director de Traffic Sudamérica- Juan Villalba- realizadas a la revista Tierra Amiga en Agosto de 1993.



En países como Uruguay y Argentina, se han dado casos (pocos por cierto) en que el peón rural es quien coloca trampas para luego revenderlas a los peleteros. El peón es el que menos gana en la cadena y hace eso apenas para complementar sus ingresos.

¿Qué países juegan un papel determinante en las redes de tráfico?


Muchos años atrás el tráfico era gigantesco y las autoridades militares de muchos países de América estuvieron involucradas en estas actividades. Paraguay fue en su momento uno de los países claves para estas maniobras donde incluso militares fueron presos. En la actualidad hay más controles, se ha frenado un poco ese tipo de contrabando escandaloso. Siguen saliendo pieles desde el Pantanal al Paraguay pero no con la impunidad de otras épocas.
Uruguay, como puerto de salida, es un país atractivo para los traficantes, en cientos y cientos de contenedores que pasan por el puerto, es posible que haya declaraciones fraguadas, haciendo dificultosa la tarea de detectar un tráfico ilegal. A veces las zonas francas facilitan estas maniobras. A principios de este mes que corre (Abril de 2007) se descubrió en el puerto de Montevideo un contenedor con un contrabando de partes de celulares y accesorios y dicho descubrimiento fue casual. No es difícil pensar que en vez de aparatos puedan pasar pieles o incluso animales.





Podemos caer en el engaño de creer que cuando se habla de tráfico internacional de fauna, hablamos sólo de pájaros o mariposas. Se trata del tercer tráfico ilegal del mundo por su volumen, después de las drogas y las armas. Se movilizan unos 10 mil millones de dólares anuales y sin dudas guardan relación con el tráfico de drogas.



Se conocen casos donde se utiliza el tráfico ilegal de fauna para encubrir cargamentos de drogas. se conocen casos de pieles salidas de Bolivia, cuya "sustancia protectora" era cocaína pura, hasta casos como el detectado en una aduana canadiense, de un cargamento de serpientes venenosas vivas saliendo de Colombia que venían en cajas de doble fondo lleno de cocaína.

















¿Qué es más importante, el volumen de animales vivos que se comercializan o el de pieles?

Sin dudas el de pieles, porque en el caso de animales vivos lo que más se comercializa son pájaros. El comercio internacional de aves alcanza unos cinco millones de ejemplares por año, de los cuales 1 millón corresponde a loros, cacatúas, papagayos, etc.

Tengamos en cuanta los siguientes datos y cifras:

Los mercados asiáticos siguen siendo los más significativos en el rubro de las pieles, ya que el mercado europeo y estadoudinense han reducido en la actualidad el consumo ilegal de pieles, ya sea por razones culturales ( no está muy bien visto en la actualidad que una persona salga en Alemania a la calle con un tapado de ocelote), o porque- como en el caso de las pieles de reptiles-, se abastecen de los criaderos industriales.
El mercado europeo y norteamericano se abastece de cocodrilos del Nilo y de caimanes norteamericanos que son criados en granjas. Claro que se trata de pieles que tienen un muy alto valor; son muy caras, mucho más caras que las de yacarés sudamericanos. Pero el mercado asiático- por su volumen- está interesado e una materia prima más barata y entonces recurren al yacaré para fabricar zapatos, carteras, maletines, cinturones, etc. Una cartera hecha con piel de cocodrilo del Nilo puede llegar a costar 5000 dólares. Para mercados menos sofisticados que el europeo o norteamericano, se prestan mejor las piezas de yacaré cuyas pieles no cuestan más de 40 dólares cada una.















¿Quién constituye el mercado potencial de este tráfico de aves vivas?







Coleccionistas privados fundamentalmente, porque los zoológicos consumen apenas el 1% del comercio internacional de fauna viva. El resto va para coleccionistas privados o para investigaciones biomédicas en el caso de los monos. Se trafican aproximadamente unos 50 mil ejemplares de simios al año, sólo para investigaciones biomédicas.

¿Es ilegal el comercio con fines biomédicos?

En parte es ilegal, porque por ejemplo, hay laboratorios que en estos momentos están importando chimpancés para investigar sobre el SIDA y hepatitis B, puesto que son la especie más apropiada para realizar esas investigaciones por razones obvias de similitud con el ser humano. Este tráfico, muchas veces lo hacen transgrediendo las leyes de los países de origen. Hace unos años, hubo un caso muy sonado en Sierra Leona, en el que un laboratorio austriaco sacó cincuenta chimpancé ilegalmente del país, contraviniendo las disposiciones locales. No se pudo hacer nada, porque el gobierno austriaco terminó amparando dicha importación.





Más allá de los fines de las investigaciones médicas y biomédicas, queda claro que bajo el rótulo investigaciones biomédicas se ocultan las atrocidades y estupideces más grandes que se puedan imaginar, como por ejemplo eliminar la potencialidad irritadora a los shampoo.





Puede visitar en nuestro sito en trabajo que realizamos sobre "los cosméticos de mamá"





Más de un laboratorio ha utilizado a los monos como bancos de prueba para llegar a conocer cuál era la dosis óptima a partir de la cual sus shampoo dejan de irritar la vista de los consumidores. Por supuesto que durante las investigaciones quedaron ciegos o con la visión carcomida por los ácidos, infinidad de chimpancés. Es este tipo de prácticas la deploramos y la denunciamos.





¿Existe alguna legislación internacional que regule el tráfico? ¿Es ilegal que un jardín zoológico importe o exporte ejemplares asilados de algunas especies?






Existe el CITES (Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas). Este convenio, firmado por mas de 120 países, regula todo el comercio de fauna y flora silvestre a nivel mundial y establece una lista de especies protegidas por encontrarse en vías de extinción y, por lo tanto, su comercio internacional está completamente prohibido, salvo para casos debidamente justificados como puede ser un programa de cría en cautiverio dentro de un zoológico.
Hay algunas especies que estaban a punto de extinguirse que, es verdad, han sido rescatadas en un zoológico. Por ejemplo, el caballo salvaje de Asia, el ciervo chino y otras especies. En América Latina hay muchas experiencias interesantes.
La convención tiene apéndices: el primero es el que se refiere a la completa prohibición del comercio de algunas especies. Luego hay un apéndice (el B) que tolera el comercio controlado de algunas especies, basado en un concepto que hoy ya es común, pero en los años en que se firmó la Convención no estaba tan extendido y que es el de uso sustentable de los recursos naturales, entre ellos la fauna. Las Naciones Unidas han detectado una disminución sensible en el tráfico ilegal de fauna silvestre, aunque sigue gozando de buena salud el comercio de pieles...




¿Los traficantes crían estos yacarés o sigue tratándose de caza de animales silvestres?





De acuerdo a lo que hemos investigado, salvo la experiencia de Colombia, Venezuela y Guyana, lo demás es todo proveniente del tráfico ilegal. El millón y medio o los dos millones de pieles que salen del Pantanal son completamente ilegales. Venezuela tiene una cuota asignada de 60 o 70 mil animales que pueden cazar, pero racionalmente controlado por el estado; Colombia tiene un programa de criadero del que extraen aproximadamente la misma cantidad de pieles que en Venezuela, y Guyana no pasa de las 11 mil. Es decir , que estamos hablando de un comercio legal de pieles que no puede superar las 150.000 unidades; el resto es ilegal.


NI LEGAL NI ILEGAL
Desde la redacción de somosamigosdelatierra creemos que el tráfico no debe existir. La destrucción de los ecosistemas y los recursos naturales, la deforestación, el desequilibrio de la cadena trófica y la distorsión del natural proceso de inmigración de las especies ya no deja más margen para la intervención humana. TENER UN LORO EN CASA, NO SOLO ES UNA IDEA ESTUPIDA, TAMBIÉN ES UN ATENTADO A LA VIDA.





¿Cuál es el panorama de Uruguay, además de ser un puerto de salida de animales y pieles?





Uruguay presenta una situación relativamente curiosa: presenta más de cien disposiciones legales relativas a la fauna. Algunas bastante pintorescas, otras bastante interesantes y pioneras para su época, como la prohibición de cazar pájaros insectívoros de 1881, reconociendo el valor que tenían esas especies en el control de algunas plagas.
Lamentablemente, toda esta abundante legislación no se ve reflejada en la práctica, entre otras razones, porque los organismos correspondientes no tienen los recursos que se requieren para actuar. Uruguay tiene una serie de especies extinguidas y otro grupo seriamente amenazado.




Una cosa es cazar para subsistir y otra muy diferente es cazar para enriquecerse económicamente




Otro problema tiene que ver con la caza furtiva, que se manifiesta a través de muchas vías. Una de ellas, es la caza de subsistencia, que no nos debe preocupar mucho. Aunque ya es más frecuente encontrar en los pueblos del interior del Uruguay a gente que tiene su fuente alimenticia en la caza de animales salvajes como el carpincho o la mulita; en estos casos el hombre actúa como un predador más: en la cadena biológica un ciervo es cazado por un puma o un jaguar, o un pecarí y el hombre, en este caso, no rompe esa cadena biológica, porque extrae un ejemplar para alimentarse.
Lo preocupante de la caza es cuando empieza a tener fines comerciales. Esta actividad comercial se ha visto favorecida en Uruguay, por la falta de medios en los organismos encargados de aplicar la legislación, pero también por falta de voluntad política para aplicarla.
No es necesario viajar al interior del Uruguay para darse cuenta de la dimensión del tráfico existente. Basta con observar peleterías o a los vendedores de plumeros de Ñandú.


El Ñandú es una especie protegida desde hace muchos años y, sin embargo, persiste aún hoy la venta de plumeros fabricados con plumas de Ñandú. Los fabricantes alegan que se trata de animales de criaderos.



El lobo de río y el gato montés están protegidos desde muchos años atrás y también hoy vemos tapados hechos con pieles de lobo de río y gato montés.


Legalizando lo ilegal


En la década de 1970, el estado resolvió “blanquear” todas las pieles ilegales que estaban en manos de los peleteros, es decir, que se legalizó el stock de pieles que poseía la industria peletera, con independencia de la mayor o menor ortodoxia con que habían sido conseguidas. Se les otorgó un plazo para que declararan el número que poseían y a partir de allí quedaban legalizadas todas las que se hubieran conseguido antes de esa fecha. Esta suerte de “amnistía” permitió que cada vez que se comercializa un tapado de gato montés a lo largo de estos años, el peletero pueda decir: "Esta todo en orden; pertenece al stock que fue declarado (y legalizado) a fines de los 70". Las pieles que fueron "legalizadas" en aquellos años no fueron debidamente numeradas, cosa que no debe sorprender puesto que el blanqueo mismo tiene ya una intencionalidad dudosa. Y como los sistemas de fiscalización no son -ni fueron- buenos, los peleteros han encontrado la forma de continuar blanqueando en la actualidad pieles nuevas, aduciendo que pertenecen a aquellos stocks.
Desde el punto de vista legal, las únicas especies que se pueden explotar en la actualidad son la nutria y el lobo de mar, parcialmente. De manera, que sólo se podrían comercializar tapados de nutria o de lobo de mar. Todo lo demás debería estar prohibido, salvo que fuera importado con todas las garantías legales.


INTERPOL dio a conocer en 1997 que el trafico de animales llego al segundo lugar en el mundo entre los comercios ilegales, luego del narcotráfico (habiendo superado así al de armas). Por año mueve unos 17.000 millones de dólares (U$S 10.000 millones por fauna y U$S 7.000 millones por maderas).
En tráfico ilegal de fauna silvestre genera una gran cadena en el que participan cazadores, recolectores, acopiadores, transportistas, comerciantes minoristas, distribuidores o mayoristas, empresarios, funcionarios gubernamentales, exportadores, importadores y el público consumidor que, algunas veces, por falta de información es cómplice del ilícito. Las cifras de 2007 no difieren de las de una década atrás.



Otro problema en Uruguay es el tema del tráfico de aves vivas:


Por un lado, los pájaros vivos que se exportan ilegalmente: cardenales dragones - que es un ave de plumaje amarillo y negro que vive en los bañados de Rocha y que esta en franco retroceso - , los cardenales amarillos, etc. A esta caza, hay que agregarle el deterioro que provoca en las poblaciones de aves silvestres el uso de plaguicidas y agro químicos en general, utilizados para combatir determinadas plagas pero que terminan afectando gravemente a numerosas especies de pájaros.
Es verdad, como aducen algunos cazadores furtivos, que el uso de estos agroquímicos ha ejercido una influencia muy destructiva sobre la fauna avícola, pero el tráfico de aves vivas con fines ornamentales ha tenido una incidencia fundamental en el retroceso de algunas especies autóctonas. Sobre todo, porque no siempre se tiene en cuenta que, por cada ave que llega viva al puestito de la feria - o a la casa del coleccionista en el extranjero- mueren muchas en el período de captura o en la adaptación al cautiverio. Los especialistas sostienen que por cada ave que llega viva a manos del comprador mueren, en algunas especies, hasta nueve ejemplares.Tanto, para el caso de las aves, como para el de algunos mamíferos, es importante destacar el rol francamente negativo que tiene el turismo de caza. Ya hay varias empresas que promueven en el exterior (en Europa y Estados Unidos, sobre todo) una modalidad de turismo de estancia que incluye la caza de especies raras, que están protegidas por la legislación...

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